domingo, 14 de noviembre de 2010

Manualidades en Junco

Trabajos elaborados en junco
Los trabajos y manualidades que se observan en las fotos estan ubicadas en el municipio de Ilama departamento de Santa 
Barbara, a las orillas del rio ulua

Sombresos de junco







Puente la amistad que cruza el rio ulua antes de llegar al municipio de Ilama Santa Barbara.
Manualidades que se encuentran a la venta en Ilama. Estos trabajos son manuales y son artesanias propias del departamento de Santa Barbara

Historia del rubro del junco en Santa Bárbara



El cultivo e industrialización del junco en Santa Bárbara, dala desde el año de 1857 y fue introducido por el coronel Marcos García, entonces gobernador político departamental, para lo cual contrató Los servicios de un indígena de nombre Pedro Clóther o Francisco Menjívar.   El coronel García, reunió a las principales personas de esta ciudad, entre las cuales figuraban los señores Juan Pablo Toro, Rafael Castro, padre Mariano Tróchez, Pedro Barahona, Bernabé Barahona y otros. Estas personas como buenos hijos de Santa Bárbara y deseosos de dar al departamento una industria apoyaron tan loable como interesante idea, y así fue como pocos días después, el indio mencionado se vio rodeado de entusiastas personas quienes pusieron el mayor interés por el aprendizaje y en muy poco tiempo asimilaron los conocimientos impartidos por su maestro. En vista del éxito alcanzado y el beneficio que reportaba al departamento dispusieron establecer una escuela para enseñar también a las mujeres por considerarlo un oficio decente y lucrativo, siendo la señora Asunción Barahona, la primera mujer que se presentó al mencionado centro. Pedro Clóther o Francisco Menjívar, demostraba mucho egoísmo para con los alumnos, no les quería enseñar el sitio en donde se encontraba el junco; él solo se marchaba a las montañas inmediatas al lugar conocido como Tamagasapa, en donde está hoy enclavada la ciudad de San José de Colinas, y de allá traía el junco hendido, para que no vieran como era que se hacía esa operación; pero los vecinos, interesados en la industria, hicieron por su propia iniciativa la práctica de preparación de la fibra, lográndolo con alguna dificultad. Ya con estos conocimientos, los primeros patrocinadores de la industria se propusieron traer plantas del junco que prefería el indio, sembrándolo en una zona adecuada la cual quedó a la orden de todo aquél que pudiera hacer uso de él. La señora Asunción Barahona, fue una de las más hábiles mujeres que frecuentó la escuela creada para la enseñanza del tejido de! junco; fue una de las primeras en aprender y de introducir algunas innovaciones. Así pues, en vez de blanquear el sombrero como originalmente se hacía, dispuso blanquear el junco como paso previo a la confección de los artículos; en vez de confeccionar la copa en las piernas y la falda en una tablita con su correspondiente agujero, hizo construir los bancos especiales, ¡os que hasta la fecha siguen usándose. La numerosa población que depende económicamente de esta industria, continúa aún sin alcanzar condiciones justas que compensen su labor diaria.